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| Leonardo Valdés Zurita, Presidente del IFE. |
En lo que es a todas luces un nuevo episodio de la interminable obsesión de la oligarquía corrupta que gobierna al país por dañar, ensuciar y destruir al único movimiento político que brega por una transformación de fondo, el pasado lunes 28 de enero el IFE, controlado y manipulado por la camarilla que está detrás y que realmente controla las instituciones, ha salido a decir, con un cinismo indignante y absoluto, que el único candidato que rebasó los topes de gastos de campañas durante 2012 fue Andrés Manuel López Obrador.
La prueba contundente de que todo esto se trata de una artimaña para volver a golpear a AMLO es que el informe presentado por el IFE es tan ridículo e inverosímil, que incluyen como “gastos de campaña” la actividad de Radio AMLO, una radio por internet libre e independiente que opera desde antes de la elección de 2006 y que está conformada por ciudadanos simpatizantes de Andrés Manuel que hacen su trabajo voluntariamente y por convicción y que no han tenido ningún vínculo oficial con la campaña y mucho menos recibido dinero de ésta.
Además, el IFE pretende contabilizar como gastos de campaña de AMLO, los recursos utilizados en la pre-campaña. Lo extraño (o no tan extraño viniendo del IFE), es que es solo a López Obrador y no a Peña Nieto ni a Josefina Vázquez Mota a quien le suman gastos de pre-campaña.
El dictamen del IFE, sin duda, es una burla, una carcajada cínica en la cara de millones de mexicanos que fueron testigos del derroche monstruoso de dinero llevado a cabo por Enrique Peña Nieto y por el PRI, que incluso para abril de 2012, sólo tomando en cuenta el gasto en anuncios espectaculares con los que inundó el país, ya habría rebasado el tope de gastos de campaña, eso sin hablar de las pruebas del desvío de recursos millonarios que hizo Videgaray de cuentas públicas hacia la campaña de Peña Nieto, de los más de 70 millones utilizados en tarjetas Monex, del dinero depositado en las tarjetas de Soriana, de los contratos millonarios con Televisa que dieron a conocer incluso medios internacionales, y de los millones que se gastaron en productos de todo tipo (vasos, despensas, discos compactos, memorias USB, hornos eléctricos, bicicletas, etc.) para promocionar la imagen de EPN.
Pero lo indignante, grotesco, e incluso peligroso, no es solo que se haya dejado en la total impunidad a Peña Nieto y a su equipo de campaña por el terrible derroche que hicieron, incluso con recursos públicos de los Estados, sino que la perversidad del IFE y de sus controladores sea tan inmensa, que no satisfechos con eso le dan un giro de 180° a la realidad e intentan exhibir como derrochador al denunciante del derroche.
Como bien señala Beatriz Gutierrez, esposa de Andrés Manuel: “Mensaje claro: el que lleva a la barandilla al facineroso acabará pagando lo que acusaba del otro.”
Tristemente este es el México actual, un México en las manos de un grupo de canallas que desconocen límites de cualquier tipo.
Sirva pues esta nueva historia de descaro electoral para darnos más razones para seguir luchando por conseguir una transformación que restaure las bases de una verdadera república democrática.
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